El fenómeno de la cereza chilena en China: un mercado en auge
Chile se posiciona como líder mundial en la exportación de cerezas, impulsado por la creciente demanda en China, donde esta fruta simboliza bienestar y prosperidad. En la Cherry Expo, UTalca y ANA Chile revelaron nuevas variedades para enfrentar los retos del mercado y del cambio climático.
El mercado de las cerezas goza de una salud envidiable. Durante la Cherry Expo, organizada por la Universidad de Talca y la empresa ANA Chile, se presentaron innovadoras variedades que buscan satisfacer a un consumidor exigente y logísticas únicas, marcadas por la distancia con el mercado asiático.
Para Álvaro Sepúlveda, investigador del Centro de Pomáceas UTalca, Chile se ha posicionado hace más de una década como el principal exportador de cerezas del hemisferio sur, principalmente por la demanda de China debido a las tradiciones de la celebración de su año nuevo. “Nuestro país tiene condiciones que son bastante ventajosas en cuanto a sus posibles competidores, con una industria frutícola consolidada y un cultivo muy conveniente desde el punto de vista de su rentabilidad”, explicó.
El mercado chino asocia a la fruta el bienestar y la buena fortuna para el año siguiente, por lo que se compra como regalo. Las características que piden es que sea una fruta de buena calidad y apariencia, sabrosa, firme y grande. Sin embargo, el mayor desafío es la distancia entre ambos países, donde la fruta debe soportar en buenas condiciones un viaje que varía entre los 20 y 35 días.
“El objetivo del productor es llegar al mercado asiático lo antes posible con mejores precios, entonces la estrategia es tener cultivares de bajo requerimiento de frío y buscar zonas donde la producción sea más temprana. Por eso ahora podemos ver cerezas hasta en Ovalle”, comentó Sepúlveda.
Junto con el desafío de anticiparse, se plantean también las adaptaciones necesarias para enfrentar el cambio climático. “Si nos vamos a zonas que son más tempranas, vamos a vivir las consecuencias de cambio climático, que son inviernos con poco frío y que pueden alterar la producción de fruta de la temporada. Por ahora, los volúmenes exportados son tan grandes que no es evidente el efecto del cambio climático, pero hay que prepararse para los años que vienen”.
Para ello, se está utilizando la Inteligencia Artificial pues permite generar estadísticas e indicadores agroclimáticos. Estos datos podrían explicar parte del comportamiento de nuevos cultivares en zonas no tradicionales en el cultivo de frutales.